Tras imponerse con amplio margen en la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas, parecía que la victoria del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN), de Marine Le Pen, era inminente. Incluso las proyecciones hablaban de que lograrían tener mayoría absoluta en la segunda vuelta.
Pero el votante francés salió a las calles, con una participación histórica del más del 60% del electorado, la más alta desde 1981, y dio vuelta todos los pronósticos.
El Nuevo Frente Popular, integrado, entre otros, por el Partido Socialista, Los Ecologistas, el Partido Comunista Francés o La Francia Insumisa (La France Insoumise, LFI), obtuvo 182 bancas en los resultados definitivos y consiguió imponerse sobre la ultraderecha.
La alianza de izquierda se formó en tiempo récord, luego de que el presidente francés, Emmanuel Macron, convocara elecciones parlamentarias anticipadas el 9 de junio tras la victoria de la extrema derecha en las elecciones europeas de ese mismo día.
Bloqueo, clave en la elección
El Nuevo Frente Popular logró tener listo un programa común en menos de un mes, además de articular lo que se conoce como el "frente republicano", coalición que los partidos más tradicionales hacen para bloquear a la extrema derecha.
Norma Muñoz, académica de la facultad de Administración y Economía de la Usach, explicó que se utilizó "la estrategia de bloqueo, que fue ejecutar todo lo necesario para bloquear al partido de extrema derecha, con el objetivo de que mantenga los resultados de la primera vuelta. Otro punto importante para este triunfo fueron las alianzas que se pudieron hacer, el Frente Popular es una alianza con varios partidos, que quizás antes tenían conflictos entre ellos, pero esta vez decidieron aliarse y establecer esta estrategia y en eso fue exitoso".
Agregó que "sin duda la izquierda tiene un electorado cautivo, pero más allá de eso la estrategia de bloqueo tuvo su respuesta en el electorado, con una participación histórica, que dio este resultado".
Alianzas para segunda vuelta
En tanto, Cristian Garay, académico de la Universidad de Santiago del Instituto de Estudios Avanzados y de Relaciones internacionales, profundizó sobre esta nueva coalición. "La extrema izquierda no había tenido un desempeño protagónico y con esta nueva formulación, Nuevo Frente Popular, logró la adhesión de sectores socialdemocratas, ambientalistas, que lo que hace es que pueda tener un punto bastante importante, ya que tiene la mayoría", señaló.
El experto en política internacional planteó que, a pesar de este triunfo, está lejos de ser una victoria. "En el sistema electoral francés esa mayoría no es una mayoría absoluta, para evitar la mayoría que iba a obtener Le Pen, se obliga a negociar entre la derecha liberal y la ultra izquierda. Hay una tensión entre Emmanuel Macron y Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa", señaló.
Garay señaló que "la segunda vuelta tuvo el voto útil, por lo que es una cuestión electoral, no de principios. Lo que si esta claro que la derecha liberal, la izquierda, y la ultra izquierda no quieren por ningún motivo la primacia del partido de Le Pen".
Para Norma Muñoz, académica de la facultad de Administración y Economía de la Usach, "la extrema derecha queda decepcionada. Fue un golpe para ellos".
La experta planteó que "ahora tiene una asamblea fragmentada, ya había estado así con la elección anterior, se hicieron alianzas electorales, pero ahora para gobernar hay que ver cuáles serán las alianzas, ya que Macron tendrá que tenerlas para tener viabilidad en el gobierno".
¿Hubo factor Mbappé?
Días antes de las elecciones francesas, Kylian Mbappé volvió a mostrar su rechazo a la ultraderecha. "Creo que más que nunca necesitamos ir a votar. Esto es realmente urgente. No podemos, dejar nuestro país en manos de esta gente", dijo el delantero en referencia a un posible triunfo de Reagrupamiento Nacional (RN).
¿Pero hubo un efecto Mbappé a la hora de votar? Para Cristian Garay, académico de la Universidad de Santiago del Instituto de Estudios Avanzados y de Relaciones internacionales, sus declaraciones sirvieron para mostrar un sector del electorado, más que un cambio en las votaciones.
"El votante francés es uno bastante ideologizado, no se va a mover por lo que dice Mbappé, tiene una tradición y militancia bastante fuerte, y eso ha sido siempre así. De modo que más que llamar a un voto, lo que él hace es mostrar la evidencia de cuál es la postura de un sector del electorado francés que no es de origen europeo, ciudadanos franceses hace décadas, y a los cuales la idea del frente nacional de Le Pen le resulta simplemente inadmisible".
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