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Dentro de las mezclas más comunes para el café  siempre aparecen productos como la leche, el helado, cítricos como la naranja o incluso bebidas alcohólicas como el whisky. Pero ¿ponerle aceite de oliva? A primera vista, suena extraño, pero en España se ha empezado a popularizar.  Incluso existen locales que ya lo ofrecen en sus cartas.

Entre los atributos que tendría esta llamativa propuesta figuran beneficios como su contribución al consumo de grasas saludables. Además, según los entendidos, la mezcla no afectaría al característico sabor del café. 

Ahora, ambos productos, por sí solos, tienen particularidades beneficiosas para las personas, tal como lo explica Daniela González, nutricionista y docente de la Facultad de Ciencias Médicas (FACIMED) de la Universidad de Santiago de Chile: “tanto el café como el aceite de oliva han demostrado tener propiedades para la salud separadamente. Si bien la mezcla de ellos no se consume tradicionalmente, si podría contribuir al aumento del consumo de grasas saludables, aunque personalmente, recomendaría su consumo con ensaladas ya que también aportaría al mejoramiento de la ingesta de verduras, que es baja en nuestro país. El aceite de oliva es rico en ácidos grasos monoinsaturados, beneficiosos tanto para los temas cardiovasculares como para la salud general”, señala.

Ahora, para entender bien el concepto de grasas, hay que especificar que existen tres tipos: las saturadas, las monoinsaturadas y los poliinsaturadas. La académica de la Usach explica que todas ellas son necesarias para el organismo “pero no las consumimos en las proporciones adecuadas. Comemos muchas grasas saturadas, pocas monoinsaturadas y muy pocas poliinsaturadas”. Y esas últimas dos, son justamente los nutrientes considerados como sanos. Su ingesta ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y mejoran el perfil lipídico en la sangre. Se encuentran en alimentos como el mencionado aceite de oliva, en las paltas, los frutos secos, las semillas y en pescados como el salmón o el jurel.

Sobre la mezcla que protagoniza esta nota, la nutricionista de la Usach sostiene que “no hay suficiente evidencia científica que respalde la afirmación de que ese conjunto ralentice la absorción de la cafeína. Sin embargo, el aceite de oliva podría eventualmente influir en la digestión y absorción de la cafeína, moderando su liberación y proporcionando una energía más sostenida en el tiempo, pero se necesitan más estudios para confirmar ese efecto”. 

“Si alguien quisiera probar esta mezcla, sugiero comenzar con unas pocas gotas de aceite de oliva en el café y probar tolerancia, ya que podría producir inicialmente algún malestar estomacal”, sostiene.

Ahora, en términos nutricionales, lo ideal es preferir el aceite de oliva por sobre las otras alternativas. Daniela González resalta sus propiedades antinflamatorias y sostiene que “lo recomendable es usarlo para cocinar y para el condimento de las ensaladas. Es importante considerar las necesidades y condiciones individuales, como el total de calorías diarias y el perfil de salud cardiovascular, y recordar que siempre es aconsejable consultar con un especialista en nutrición antes de hacer cambios en la dieta”.

Y en lo que respeta al café, este producto es rico en antioxidantes y está asociado al mejoramiento de la función cerebral, la quema de grasas y la reducción de riesgo de algunas enfermedades.

Ahora, la decisión es suya: si quiere probar un café con aceite de oliva puede comenzar preparándolo en casa.