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El Gobierno alemán de coalición acordó este miércoles prolongar hasta 2029 la congelación de los precios de alquiler de vivienda en zonas tensionadas, norma que inicialmente iba a expirar a finales de 2025.

El freno al precio de la vivienda, introducido en 2015, establece que en todo contrato nuevo de arrendamiento la renta no puede superar en más del 10% el alquiler comparativo local, es decir, lo que paga un inquilino por una vivienda comparable en la misma zona.

En su acuerdo de coalición, los partidos que la integran -socialdemócratas, verdes y liberales- también consensuaron reducir el límite máximo de aumento de los alquileres en mercados tensionados en contratos existentes del 15% al 11% en tres años, aunque su aplicación sigue a debate.

La asociación de propietarios privados Haus & Grund Deutschland, la mayor en Alemania con más de 920.000 miembros, calificó la prevista nueva prórroga de la congelación de los alquileres de completamente superflua, perjudicial y muy cuestionable desde el punto de vista constitucional.

"Quien quiera posibilitar las inversiones necesarias en el parque de viviendas con vistas a la transición energética y la remodelación adecuada a la antigüedad (del edificio) debe permitir cambios razonables en los alquileres. La política en materia de derecho de arrendamiento de los últimos diez años ha socavado la capacidad de inversión de los propietarios privados", declaró su presidente, Kai Warnecke.

En lo que respecta a los otros dos acuerdos de coalición -rebajar el tope de los aumentos de alquiler y utilizar los contratos de arrendamiento de los últimos siete años a la hora de elaborar los índices de alquiler- la asociación considera que ambos medidas de endurecimiento afectarían sobre todo a los pequeños arrendadores privados.

Subrayó que precisamente los precios de arrendamiento de los pequeños propietarios se sitúan por debajo del alquiler comparativo local estándar.

Warnecke señaló que es importante y acertado que la coalición de gobierno quiera evaluar de nuevo estos planes.

"Precisamente los más de cinco millones de pequeños propietarios se verían afectados por las medidas inicialmente previstas, aunque precisamente este grupo defiende la convivencia social. El ministro de Justicia ha reconocido correctamente que los arrendadores privados no pueden soportar más endurecimientos, también con vistas a la transición energética", afirmó.

Los propietarios privados poseen el 80,6% de todas las viviendas de Alemania y proporcionan el 66% de los pisos de alquiler y algo menos del 30% de todas las viviendas sociales.