Investigación

Dormir bien en este mundo actual, con todas sus presiones y obligaciones, es un desafío que muchas personas deben asumir noche a noche. E ir por esa “tarea” es algo que incluso puede terminar generando más ansiedad y preocupación que un buen descanso.

Una de las personas que ha estudiado estos temas en profundidad es Ken Paller, neurocientífico estadounidense y profesor de psicología de la Universidad Northwestern, que llegó hasta la decimocuarta edición del Congreso Futuro, desarrollada en las dependencias del Ceina, para realizar una presentación llamada “El poder oculto del sueño”. Según el académico, hay varias técnicas que podemos desarrollar para lograr un buen descanso, varias de ellas asociadas a lo que se conoce como la “higiene del sueño”.

“Estas son ideas que ya están muy bien acordadas en la comunidad científica, por ejemplo, dormir a una misma hora todas las noches y evitar el consumo de alcohol y la cafeína. Pero cuando hablamos de ‘higiene del sueño’, también podemos considerar la ‘ingeniería del sueño’. Estamos hablando aquí de tecnología que mide cosas desde la cabeza, desde la muñeca, desde la oreja o desde los dedos, que ayuda a desarrollar estrategias para lograr un buen dormir, haciendo ajustes a lo que el cerebro hace mientras se descansa, aplicando estímulos para mejorar las ondas lentas o las distintas etapas del sueño”.

Lo anterior está referido a una serie de aparatos electrónicos que promocionan cualidades para lograr un mejor dormir (como los relojes y las pulseras inteligentes) pero que, sin embargo, podrían llegar a ser peligrosos si es que no se usan con mesura. “Podrías hacerte más ansioso y es muy probable que dichos artículos no sean para todos. La publicidad que las empresas realizan para estos artefactos suele ser un poco exagerada”, sostiene el científico.

Ahora, ¿por qué hay personas que tienen que recurrir a esos mecanismos para poder descansar por las noches? La respuesta que Paller da es simple y contundente: |se debe a que “nuestro cerebro nunca se apaga, inclusive, cuando dormimos”.

El experto explicó que lo que ocurre por las noches es algo llamado ‘amnesia del sueño’, un estado en que la mente trabaja con recuerdos  (pensamientos ya adquiridos). Y como muchos de esos pensamientos son negativos o estresantes, se termina teniendo un muy mal descanso.

EJERCICIOS PARA LOGRAR UN BUEN DORMIR 

Pero ¿hay técnicas para estimular un descanso reparador? Durante su charla, Ken Paller señaló que un buen camino para ello es tomarse 10 minutos antes de dormir “para hacer un esfuerzo mental, meterse en un estado de tranquilidad y calma, para que luego, la mente recuerde esa sensación durante el sueño. Nosotros estamos esclavizados por nuestros hábitos cuando estamos despiertos y dormidos, pero con esfuerzo, podemos ajustarlos. Así que antes de acostarse, dénse unos minutos para cultivar las cualidades que les gustaría mejorar”.

Keller aconseja en que, antes de conciliar el sueño, las personas trabajen mentalmente “para sentirse más tranquilos y contentos. Una buena estrategia es pensar en ser más amables y en ayudar a los demás con compasión y gratitud. Lo que estamos haciendo así es crear memorias de un estado social mental que es tranquilo y, finalmente, eso nos retroalimenta mientras dormimos”. 

TRABAJAR LA MEMORIA DIARIA

El neurocientífico norteamericano señaló que muchas veces dormimos mal porque vivimos en un estado de estrés permanente que, finalmente, nos provoca recuerdos negativos que se quedan anclados en nuestra memoria.

Por lo mismo, indica que es importante que “tomemos pasos para cambiar eso hacia pensamientos positivos, amables y tranquilos. Esto nos ayudará para cambiar la forma habitual de pensar y nos ayudará para encaminarnos hacia dónde queremos ir”.