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Si hay algo que les gusta a los italianos es el café, el fútbol y las pastas al dente. Pero últimamente el precio por las nubes de este popular alimento generó una verdadera crisis en Italia, ya que el valor de este anhelado producto se disparó al doble de la tasa de inflación.

Para que se haga una idea, ya en marzo había subido un 17,5% el valor del alimento y abril la situación no mejoró, ya que llegó a un 16,5%. Un duro golpe para el bolsillo de los italianos, que consumen cerca de 23 kilos de este alimento al año. 

La furia por alza de este alimento básico en las mesas italianos llevó a que un grupo de defensa de los consumidores convocara una huelga nacional de pasta de una semana a partir del 22 de junio, después de que el gobierno de Roma celebrara una reunión de crisis el mes pasado y decidiera no intervenir en los precios.

"La huelga de los macarrones es para ver si mantener la pasta en los estantes bajará los precios, en la gran tradición anglosajona de boicotear los productos", dijo Furio Truzzi, presidente de la asociación de consumidores Assoutenti. "El precio de la pasta está absolutamente fuera de proporción con los costos de producción", agregó.

Según un estudio realizado por Assoutenti, la pasta en un supermercado tuvo un aumento de un 25%. Así, un envase de un kilo de espaguetis marca Barilla (la más popular en aquel país) llega a los 2,13 euros, frente a los 1,70 de un año atrás.

La agrupación de consumidores denuncia directamente a los empresarios de especular con el producto ya que los precios desde el campo hasta la mesa del consumidor sufren un aumento del 578%. "Lamentablemente esto es perfectamente legal, incluso cuando se trata de espaguetis y no de diamantes", explica en un comunicado el presidente de Assoutenti.

En tanto, Giuseppe Ferro, director ejecutivo de La Molisana, un importante productor de pasta italiano, dijo a Il Sole 24 Ore que espera que los precios bajen en septiembre.