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Cultura

¿Homenaje o marketing? Publicista analiza el jugado traje de Sábado Gigante que utilizó Emilia Dides en el Miss Universo 2024

David Núñez, profesor de la Universidad de Santiago, abordó este tema en Diario Usach y señaló que "puede ser una buena estrategia para conectar, desde la emoción, con la audiencia, a través de la nostalgia y los recuerdos. El peligro es pasar del homenaje a la parodia".

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  • Belén Muñoz B.

  • Viernes 15 de noviembre de 2024 - 14:12

La representante de Chile en el Miss Universo 2024, Emilia Dides, generó debate con su jugado vestido en homenaje al legendario programa Sábado Gigante durante la gala preliminar del certamen.

El impacto por el traje típico de la cantante e influencer nacional fue tal que incluso se destacó en el Instagram del reconocido evento de belleza, algo que no ha ocurrido muchas veces con las candidatas chilenas.

El vestido contaba con una gran ruleta en la parte trasera, con múltiples colores y el logo característico del programa. Además, el traje contaba con una cola de color rojo, que al abrirse revelaba una serie de rostros para reforzar la temática de show y detrás de la ruleta, había varias trompetas doradas, como un tributo al personaje El Chacal de la Trompeta.

Aunque algunos destacados su tenida, otros fueron bastante críticos con su look. Mientras que otros plantearon que era una gran movida de publicidad.

David Núñez, publicista y profesor de la Universidad de Santiago, abordó este tema y lo primero que señaló fue que “creo que la polémica no está vinculada tanto al uso de un recuerdo relativamente sagrado para la audiencia. No lo veo como una profanación de un símbolo cultural, que como bien dices, no solo es reconocido en Chile, sino en toda Latinoamérica”.

Ante las críticas que generó en algunas personas, sobre todo en las redes sociales, el experto indicó que “la reacción de la comunidad digital responde a poca pertenecía en la elección de los signos utilizados en la creación del traje. Decir que la imagen, la tipicidad que nos representa como chilenos corresponde a un programa de televisión, por muy exitoso o reconocido que haya sido, reduce nuestra identidad y banaliza nuestro ideario colectivo a un programa de concursos televisivo, lo que contrasta con nuestra historia y riqueza cultural, y sus proyecciones significativas”.

David Núñez agregó que “por otro lado, y aunque no nos guste reconocerlo, somos una sociedad conservadora en lo que respecta al uso de nuestros símbolos nacionales, por lo que este tipo de expresiones suelen ser mal vistas. Yo no lo tomaría como algo tan grave, pero para efectos de la representatividad a la que aspiran este tipo de trajes, sin duda resulta clave considerar que estamos en una época en que cada día surgen nuevas sensibilidades, lo que dificulta lograr una aprobación transversal e identificatoria”.

El publicista indicó que “desde la semiótica visual, es importante recordar también que un traje no es solo una vestimenta o una elección estética, sino también un mensaje cultural, que carga con una serie de referencias significativas e interpelativas”.

¿BUENA JUGADA PUBLICITARIA?

La decisión de Emilia Dides no pasó desapercibida y generó un impacto, algo que quizás era lo que quería lograr al realizar esa osada jugada en el certamen. El académico de la Usach planteó que “se dice que no existe la mala publicidad. Yo no estoy muy de acuerdo con ello. Sin embargo, es cierto que este tipo de acciones genera polémica y nos hace hablar de lo ocurrido, y con ello, generar visibilidad, en este caso, a la candidata y su presentación en el concurso”.

Agregó que “como estrategia de marketing es válida, desde luego, la pregunta es si a futuro lo vamos a recordar como una estrategia audaz e innovadora, o solo como un mal chiste. La idea de homenajear a alguien, o en este caso, a un programa de televisión icónico, no necesariamente debe verse como algo negativo en sí mismo. Puede ser una buena estrategia para conectar, desde la emoción, con la audiencia, a través de la nostalgia y los recuerdos, el peligro es pasar del homenaje a la parodia, es decir, que las burlas y memes sean tan filosos que terminen por desvirtuar el sentido original de la acción”.

Ante la lluvia de críticas que recibió el traje que utilizó la representante de Chile, el publicista manifestó que “es fácil ser general después de la batalla, muchas reacciones en redes sociales apuntan a lo estrafalario de la ruleta, que el homenaje pudo ser más simple o sutil, si esa era la intención, pero también es cierto que esa simpleza o sutileza hace perder notoriedad y protagonismo, algo esencial para las candidatas de todo concurso de belleza. Si vamos a hacer algo distinto o arriesgado, que todos se enteren”.

Sobre si logró o no impacto comunicacional, David Núñez aseguró que es algo que “sin duda lo logró, más allá de todas las críticas que han surgido a su elección del traje típico. Como señalé antes, la estrategia es válida, pero quizás pudo haber elegido otra manera de generar impacto, y al mismo tiempo, homenajear a algún símbolo cultural de más arraigo en la identidad nacional. La mezcla entre cultura popular y moda es siempre atractiva, y por ahí lo que intentó Emilia Dides es llegar a un público amplio y diverso, a través de un diálogo puramente intertextual e intergeneracional. Lo que no se puede negar, en todo caso, es que logró una imagen memorable (cada uno hará su valoración personal), y una gran viralización en los medios de comunicación”.

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