El Reino Unido afronta a partir del martes la mayor huelga del sector ferroviario desde hace más de 30 años, la cual amenaza con colapsar el sistema de transporte del país, con graves consecuencias para los usuarios y la economía.
El Sindicato nacional de trabajadores ferroviarios, marítimos y del transporte (RMT, en inglés) ha convocado a paros el 21, el 23 y el 25 de junio, y no descarta organizar otros en los próximos meses.
La medida se concretará de no llega a un acuerdo sobre salarios y condiciones con la gestora pública de la infraestructura Network Rail y los operadores privados de las líneas.
Al anunciar la mayor huelga desde 1989, que afecta a unos 50.000 trabajadores, el secretario general de RMT, Mick Lynch, lamentó que de momento no se ha obtenido de la empresa estatal "una propuesta de incremento salarial", tras años de congelaciones, ni "la garantía de que no habrá despidos obligatorios" como parte de una reestructuración prevista.