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Jacob Chansley, seguidor de Donald Trump y autoproclamado “chamán”, quien se convirtió en rostro del asalto al Capitolio de Estados Unidos, tras irrumpir en la sede del Senado con el pecho desnudo, armado con una lanza y usando una gorra de piel con cuernos de vikingo, fue sentenciado a 41 meses de prisión.

En septiembre de este año, el hombre de 34 años se declaró culpable de invadir la sede del Congreso junto a centenares de fanáticos de Trump, buscando impedir que los parlamentarios certificaran la victoria de Joe Biden como presidente de Estados Unidos.

Durante la invasión al edificio, Chansley se sentó en la silla reservada para el vicepresidente de los Estados Unidos y dejó una nota que decía “¡Es solo cuestión de tiempo, se acerca la justicia!”. Días después, el “chamán” fue arrestado y se mantuvo en detención durante diez meses.

En la sentencia de este miércoles, el juez Royce Lamberth señaló que Chansley “se convirtió en la imagen” de ese día de caos que sacudió la democracia estadounidense. “Lo que usted hizo es terrible”, enfatizó Lamberth al inculpado.

Además, la fiscal Kimberly Paschall, dijo que el fallo resuelto por los jueces “será suficiente para disuadir para siempre cualquier acto delictivo de este tipo”. Asimismo, señaló que “la justicia no se quedará de brazos cruzados mientras se ataca la transferencia pacífica del poder”.

Cabe mencionar que cinco personas murieron durante o poco después del atentado, incluido un oficial de policía y una manifestante asesinada por un oficial dentro del edificio.

Al respecto, Chansley, quien anteriormente demostró adherir a las teorías conspirativas de QAnon, afirmó que “no es un criminal peligroso” pero que sufre de “trastornos de personalidad” y quiere curarse para convertirse en un “mejor hombre”.

Por otro lado, su abogado, Albert Watkins, aseguró que Chansley había repudiado el movimiento QAnon y que también confesó estar “decepcionado” de Donald Trump.

“No soy un hombre violento, ni un insurgente y ciertamente no soy un terrorista. Solo soy un buen hombre que violó la ley”, explicó Chansley, asegurando creer “en la libertad, la ley y el orden, y la responsabilidad”.

Según el Programa de Investigación sobre Extremismo de la Universidad George Washington, un total de 664 personas fueron acusadas en diversos grados por su participación en el asalto contra el Capitolio.