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En una nueva edición de Sin Pretexto, Mirna Schindler, conversó con Pablo Zamora, presidente de la Fundación Chile y ex socio de Not Co respecto al funcionamiento de su primer restaurante “Nobel” - creado bajo el concepto de la comida nerudiana.

En cuanto a la inspiración, el empresario reveló que la idea “nace en una búsqueda de apoyar el legado de Pablo Neruda. Hicimos una investigación antropológica del poeta, su relación con la comida. Lo que quisimos hacer es meternos en el universo sensorial de Neruda. Este es el primer restaurant en Isla Negra, pero también nos vamos a ampliar a La Chascona y La Sebastiana junto a la Fundación Neruda”, precisó.

“Este es un restaurant de comida nerudiana, una de mis compañías que estuvo encargada del menú buscó una experiencia sensorial. Hay sabores auténticos del mar chileno, pero la tecnología empleada hace la diferencia. Los viajes de Neruda también están reflejados en los platos, son experiencias de vida”, agregó.

Respecto al tema de la innovación, no solo en gastronomía, Zamora advirtió sobre la falta de audacia en el mundo empresarial. “Hay que hacer apuestas y Chile ha sido conservador en asumir esas apuestas. Hemos sido poco audaces como país en las apuestas por la innovación. Hemos invertido menos y hemos dado menos foco estratégico en los temas en los que somos altamente competentes”, planteo el inversionista.

Además, el empresario dio conocer su visión sobre la inversión en nuestro país y la posición del Gobierno en este ámbito, refiriéndose a la nueva generación de liderazgos. “Creo que los empresarios y políticos de las nuevas generaciones están tomando decisiones y encabezando proyectos, me refiero a los menores de 45 años. Y veo que esta generación va a tomar la posta y se va a nutrir de nuevas experiencias, y avanzar”, aseguró.

“Veo a un presidente con mayor poder de decisión, cuando uno desembarca en un cargo hay una maduración, y veo que el Gobierno está cosechando lo que prometió en su programa, como la Ley de las 40 horas, las reformas en curso en previsión”, agregó.

“No en todos los países los empresarios tienen la facultad de interpelar al Presidente una vez al año, sobre todo pensando en la concentración económica y que la mayoría son de derecha. No es en todo el mundo así. Nos cuesta entender que afuera el empresariado es mucho más diverso, no tienen una visión política conservadora como en Chile”, concluyó.