“El dolor crónico es muy frecuente. En Chile hemos encontrado que un 1/3 de la población lo sufre”, partió comentando la especialista Margarita Calvo, Directora del Núcleo Milenio Minuspain, que reúne a cinco universidades del país (entre ellas, la Usach), para enfrentar este problema. “Decidimos juntarnos para avanzar en el estudio del dolor y encontrar tratamientos y formas de prevenirlo”, contó la doctora en neurociencias en el programa conducido por Nadia Politis.
La invisibilidad y las graves consecuencias que trae a las personas que lo padecen, ya sea en el ámbito laboral o familiar, hacen que sea aún un tema poco conocido, sin embargo es usual especialmente en adultos, y se trata de un dolor que persiste más allá de tres meses, aún si hubo una lesión inicial que lo ocasionó, como un lumbago o esguince, y que incluso al sanar, continúa, transformándose así en un problema en sí mismo.
“Terminé en un laboratorio porque los tratamientos para el dolor son muy pocos y también es un problema porque producen una adicción muy severa. En Europa y EE.UU. hay una crisis de los opioides, en que su consumo se ha acelerado y ha traído muchas muertes”, comentó Calvo sobre su propio deambular, al ver a pacientes que llegan desesperados y sin medicamentos eficaces. “Una quisiera que hubiera un medicamento al 100%, pero no es así. Varios de ellos, hay que dárselos a seis personas para que uno de ellos sienta alivio”, señaló.
Hoy, gracias al Núcleo Milenio Minuspain, se encuentran reforzando no sólo estudios para lograr tratamientos, sino que también con poder dar con gente que desde sus áreas pueda sumar a las investigaciones. “Nos interesa estar repartidos en todo Chile por el tema de capacitar a capital humano”, puntualizó la Directora del Núcelo, añadiendo que “tenemos que ir a buscarlos y no están todos en Santiago”.
El equipo, por ejemplo, lo componen especialistas de diversas áreas, como “bioquímicos, biólogos, médicos y todo tipo de profesionales de la salud, biología molecular. Tenemos también un par de Ingenieros para amprender este ink entre la Ingeniería y la Biomedicina”, enumeró. De ahí la fortaleza de poder contar con las universidades. En medio de la pandemia, esta búsqueda ha bajado de intensidad, lo cuál resulta paradógico, ya que temas como el estrés, son justamente gatillantes del dolor crónico.
Dentro de los desafíos para este año, también suman el poder acercarse, pandemia mediante, a municipalidades, colegios, consultorios, Fundaciones con pacientes de dolor crónico, Hogares de Adultos Mayores, y así seguir aportando en la toma de conocimiento y de solución de casos.
Escucha la conversación completa, aquí.