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El senador de la Democracia Cristiana (DC), Francisco Huenchumilla, opinó que los delitos que se le atribuyen al exlíder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, no debe ser considerado como parte del crimen organizado.

“Quiero evitar ese racismo que existe de que cuando hay un mapuche metido en algo. (…) Abramos el libro y veamos por qué fue condenado y resulta que no fue condenado porque era una organización, ni por la ley antiterrorista, fue condenado por la Ley de Seguridad Interior del Estado”, dijo sobre los crímenes de Héctor Llaitul en entrevista con radio Pauta.

“Desde la sociología criminal, cuando hay conflictos étnicos, siempre hay grupos paralelos que se aprovechan y entran a actuar en ese terreno”, agregó Huenchumilla, sobre declaraciones del fiscal Roberto Garrido, quien afirmó que los grupos que operan en la macrozona sur pasaron de reivindicar derechos ancestrales al control territorial, comparándolos con el Tren de Aragua.

“Donde hay conflicto entran otros actores. Y bajo el punto de vista de lo que son los procesos sociales criminales y que en la Araucanía hemos tenido eso, como robo de madera en que muchas veces no son mapuches, y por lo tanto puede darse un cuadro desde el punto de vista de la estructura social, yo estoy de acuerdo con eso”.

Consultado sobre la Coordinadora Arauco-Malleco y su relación con el crimen organizado, el exvicepresidente del Senado comentó que la Ley antiterrorista, no ha dado frutos dese que se puso en práctica.

“La ley antiterrorista no funciona en Chile hace muchos años. Chile fue condenado por la Corte Interamericana en un proceso por la ley antiterrorista. El crimen organizado como tal solamente existe a partir del 15 de junio del año pasado y este requiere una organización, cierta jerarquía, busca fines de lucro para cometer delitos”, comentó.

“Lo que tenemos que hacer es esperar que la justicia y el Ministerio Público digan de qué tipo de delito estamos hablando, esa es la tipología que introducimos el año pasado”, agregó.

Huenchumilla también se refirió a la agenda de seguridad del Gobierno, afirmando “el combate a la delincuencia no se agota simplemente con los delitos y subiendo las penas. A mi juicio, debió haberse empezado por los servicios de inteligencia, pero se quiso trabajar en base al derecho penal, punto de vista que yo nunca compartí”.