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El exministro de Desarrollo Social y excandidato presidencial Sebastián Sichel afirmó que es "esencial" registrar las reuniones entre las autoridades del Gobierno y lobbista Pablo Zalaquett, a propósito de los encuentros que en su casa han mantenido personeros de la administración Boric con representantes de distintos sectores de la industria.

"Como ministro yo registraba hasta cuando me visitaban los amigos del colegio. Creo que no se peca en nada registrar todas las reuniones que se tiene como autoridad pública por generar transparencia a los ciudadanos", dijo Sichel en entrevista con radio Agricultura.

En cuanto a las explicaciones que han entregado los secretarios de Estado que asistieron a estas reuniones, Sichel opinó que “han sido bien patéticas”, sobre todo “las explicaciones del ministro Grau”.

“La obligación de registrar con quién uno se reúne cuando se es autoridad pública es una obligación que va mucho más allá de los mínimos o máximos que fija la ley, porque es una forma de darle trasparencia a la agenda completa para que los chilenos sepan cuando se está pagado por los fondos públicos ejerciendo un rol público. Cualquier excusa no solo es una tontera en el sentido institucional, sino que, además, mina la credibilidad", afirmó.

Según el ex ministro, lo que dice el Nicolás Grau es muy "raro", cuando afirma que "si hubiera sabido quiénes iban, no voy”.

“Yo como ministro no habría ido nunca en mi vida a ninguna reunión si no supera quiénes eran los participantes y cuál era el tema para discutir, cuál era la agenda y cómo se iba a registrar, y cuál iba a ser la transparencia de la reunión", subrayó.

"Soy feliz que el mundo empresarial y el mundo público se junte y logremos sacar reformas fundamentales para los chilenos. El punto, y aquí una analogía, es que el asado lo debió haber hecho un empresario o el ministro, y no un intermediario que, no sabemos, pero probablemente recibe financiamiento por eso", cuestionó Sichel.

En ese sentido opinó que Zalaquett no era el indicado para organizar estas citas. "Yo le tengo respeto, pero creo que él no tenía que estar en esa fiesta. Él no jugaba ningún rol en esta institucionalidad. Me parece patético que en el siglo XXI, ministros y empresarios necesiten intermediarios para juntarse", finalizó.