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Testimonios publicados a través de la red social TikTok, en donde personas cuentan su experiencia con el uso del medicamento semaglutida para bajar de peso, ha prendido las alarmas entre los especialistas de salud.

En Chile este producto se vende bajo el nombre de Ozempic y es inyectable, aunque en la actualidad se encuentra agotado en muchas farmacias. Su valor va de los $150 mil a los 200 mil pesos.

Ana Claudia Villarroel, nutrióloga y diabetóloga de la Clínica Santa María, declaró a El Mercurio que “es un excelente antidiabético y que es uno de los fármacos que ha venido a cambiar el pronóstico vital y calidad de vida en las personas con la enfermedad”.

Además, “es un excelente tratamiento para la obesidad, aprobado por la FDA en un contexto de síndrome metabólico, pero la automedicación no se debe aplicar en ningún caso, porque es una medicina que tiene contraindicaciones y eso hay que tenerlo claro”.

Agregó que la viralización de este fármaco en redes sociales es un grave peligro, ya que en “las personas con antecedentes de cáncer de páncreas, eventos de pancreatitis o cálculos en la vesícula, entre otros, puedes complicar su estado de salud. Entonces se requiere un chequeo y una indicación médica”.

“Si las personas usan este medicamento irresponsablemente, nos vamos a llenar de reacciones adversas y, cuando esto pasa, se corre el peligro de tener que dificultar su prescripción”, aseguró.

En tanto, el nutriólogo y diabetólogo de Clínica Universidad de los Andes, Aníbal Donoso, destacó que “mucha de nuestra población en Chile tiene cálculos en la vesícula y muchos quizás no lo saben y eso es un riesgo, por lo que la invitación es a usarlo bajo vigilancia médica”.

Tras lamentar que el fármaco sea utilizado de manera indiscriminada, informó que “aunque se vende con receta simple, la verdad es que muchas veces lo venden sin receta y los pacientes lo compran por el boca a boca”.

Juan Carlos Vega, nutriólogo y especialista en obesidad de Clínica Las Condes, expresó que “casi todos los pacientes pueden generar algún grado de constipación, náuseas y diarrea, o algunos simplemente no lo toleran y se llegan a sentir muy mal. Por eso se debe ajustar las dosis”.

“Los pacientes no siguen los ajustes cuando se automedican y se exponen a fuertes síntomas gastrointestinales, alteraciones en la tiroides o pancreáticas, que muchos no saben que tienen y que al usar el fármaco eso puede hacer terminen en la urgencia e incluso en la UCI”, añadió.