Felipe Araya (31) fue uno de los primeros casos confirmados de Covid-19 en Alto Hospicio, Iquique, en abril del año pasado. Dolor de cabeza, testicular y de cuerpo fueron sus síntomas iniciales. No tuvo fiebre, pero con el paso de los días sufrió una insuficiencia respiratoria que lo llevó a estar un mes en una residencia sanitaria.
Aunque le dieron el alta, nunca más fue el mismo. Desde entonces sufre de “Long Covid” o Covid persistente, algo que ni él, ni muchos doctores, sabían con claridad hasta hace muy poco. “Hay algunos doctores que no reconocen el Long Covid. La primera vez no sabían lo que era”, afirma Felipe.
Sobre sus síntomas, señala a Diario Usach que “lo primero que me afectó fue la pierna derecha. Me dieron el alta y fui a trabajar, pero no podía caminar. Después no alcancé a estar cinco días trabajando y los colegas me vieron mal y me llevaron a la Posta. Eso fue la segunda semana de junio del año pasado. Y ahí empecé a ver médico tras médico. He estado en Antofagasta, en Santiago y me van dando diferentes diagnósticos”.
Felipe confiesa que es tan insoportable su dolor que ya ha visto a ocho neurólogos, un broncopulmonar, además de un traumatólogo, entre otros. Casi todos fuera de Alto Hospicio. “Acá hay una pura infectóloga en la zona, y estaba ocupada y no había hora inmediata para verme, así que decidí buscar afuera para ver si me podían dar alguna solución”, asegura.
Solo con el último especialista pudo tener alguna claridad sobre su secuela post Covid: Polineuropatía, que es un dolor intenso en varias partes del cuerpo. “Tengo afectado las cuatro extremidades y pierdo la sensibilidad, como que no puedo mover el brazo, queda como un tipo de parálisis. Quedé shockeado”, revela.
Felipe se siente abandonado por el Estado y el sistema de salud. “En mi caso quedé como a la deriva. He visto hartos médicos que no lo asimilan. Incluso uno de los que vi negó que los síntomas que tenía eran de Covid, otro fue más honesto y me dijo que era ignorante del tema. Siento rabia e impotencia porque yo vuelvo a mi casa y los dolores siguen”, declara.
Ignacio Silva, médico infectólogo del Hospital Barros Lucos y académico de la Universidad de Santiago, plantea que "cada vez hemos dado más importancia al Long Covid, pero no todos lo consideran como una entidad propiamente tal”.
Agrega que entre los puntos que faltan para reforzar en el sistema de Salud Público está la rehabilitación de las enfermedades. Sobre todo ahora, ya que debido al Long Covid podrían aumentar la necesidad de rehabilitación. “Eso es algo que Chile recién está empezando a hacer, entonces es una enfermedad (Covid) poco reconocida, poco validada, y tenemos poco tiempo para atenderla y además como país no estamos preparados para la rehabilitación en general”.
Sobre las secuelas, indica que “es importante diferenciar lo que es el Long Covid de lo que pueden ser síntomas atípicos de la enfermedad. El Long Covid, por consenso, son los síntomas que se ven después de las cuatro semanas o que duran más de cuatro semanas con la enfermedad”.
El médico infectólogo del Hospital Barros Lucos asegura que es variable el tiempo que cada paciente puede tener el Covid persistente, pero que “en promedio se ve que duran como tres meses con las manifestaciones, pero se ha visto personas que llevan ya un año con algunas manifestaciones asociadas a la enfermedad”.
¿Y cuáles son algunos de estos síntomas? Dificultad para respirar, palpitaciones, pérdida de la concentración, dolores de cabeza, pérdida de memoria, caída del pelo, trastorno endocrino, problemas a la tiroide, lesiones a la piel y problemas relacionados con la diabetes, entre otros.
“También es super interesante la pérdida del gusto o el olfato, porque hay personas que pueden durar muchos meses con esos síntomas. Incluso ya hay una corriente de rehabilitación de eso”, cuenta el académico de la Universidad de Santiago.
Y aunque es poco común, la Polineuropatía de Felipe también está dentro de los síntomas que aparecen post Covid. Como no es de lo más comunes, muchas veces, los doctores no lo consideran como tal.
CAÍDA DEL PELO, OTRA SECUELA
Lo que sí es cada vez más común es ver a pacientes yendo a ver a dermatólogos preocupados por la caída de su pelo. Es que diversas revistas científicas han publicado estudios donde afirman que cerca de un 25% sufre la pérdida del cabello, pero no todas las personas saben muy bien que esto ocurre post Covid.
Gloria Cisternas (68), quien vive en Algarrobo, empezó con malestares en el cuerpo, tos y escalofríos los primeros días de febrero. Después cuenta a Diario Usach que se sumó el dolor de cabeza, pero que jamás tuvo fiebre. Después de siete días ya se sentía mejor. Ella, al igual que muchos, no tenía idea lo que era el Covid persistente y menos que tendría que estar tomándose el pelo hasta para cocinar.
“A fines de mayo empecé a notar que se me caía fuerte fuerte el pelo. Antes se me caía el pelo, pero después de eso cada vez que me lavo el pelo se me sale demasiado, también me queda en la almohada al dormir, en la cama, en la mano”, confiesa.
Y su caso no fue el único: “A una de mi hermana se le ha notado más caída del pelo después de tener Covid, que fue la que también tuvo fiebre”. Es tanta la caída que Gloria ya piensa en un dermatólogo como solución para su problema. "Lo de ahora es impresionante. Yo no sabía que esto pasaba con la enfermedad, ahora he estado leyendo un poco más al respeto, porque de verdad no sé que hacer”, asegura.
Héctor Fuenzalida, dermatólogo y jefe del programa de dermatología de la Universidad de Santiago de Chile, y jefe del servicio clínico de dermatología del Hospital del Pino, revela que en abril fue tal la cantidad de casos que tuvo sobre ese tema, que lo primero que le preguntaba a un paciente es si había tenido la enfermedad.
“Hoy día yo paciente que me consulta por caída del cabello le pregunto si ha tenido Covid. Realmente, la frecuencia, yo diría que hay un porcentaje mucho más alto de lo que se ha estado publicado es lo que hemos estado observando”, afirma.
Agrega que “pacientes hospitalizados, particularmente y especialmente si estuvieron en la UCI, diría que 100% presenta perdida de cabello. En cambio, los pacientes que están en ambulatorio, que no requirieron hospitalización, yo diría que 2, a 3 de 4 presentan efectivamente una caída de pelo”.
Sobre cómo es esta caída del cabello, asegura que “presentan alopecia, que es una difusa, no cicatricial, qué significa esto, que hay una pérdida de pelo en varias partes, no es una zona, no es un pelón, sino que difusamente, y que no deja cicatrices, que por lo tanto se va a regenerar completamente en el cabo de un tiempo”.
El mismo dermatólogo explica que se debe a que “el folículo piloso en su raíz es muy sensible a la irrigación sanguínea, es decir si yo disminuyo la irrigación sanguínea, es decir la cantidad de sangre que le llega, le van a llegar menos nutrientes y eso hará que el pelo sea un pelo débil que hará que se caiga de dos a tres meses. ¿Qué es lo que lleva a que disminuya esa irrigación? Uno de ellos son los estados febriles, la fiebre que pudo tener el paciente por el Covid, otro el estrés mismo de la condición de estar enfermo, ya que produce una vasoconstricción, un cierre de los capitales sanguíneos que llevan la sangre, y por lo tanto le va a llegar menos sangre y va a llegar a que se caiga. Además, en este periodo crítico la alimentación fue deficiente, porque no tenían apetito o tenían otra preocupación, por lo que hay una disminución de nutrientes”.
El jefe del servicio clínico de dermatología del Hospital del Pino plantea que hay “varios shampoos, algunos tienen vasodilatadores, que llevan a que aumente la irrigación sanguínea, otros tienen antioxidantes para favorecer la protección del cabello que pueden ayudar”. Eso sí, instó a que lo primero sea ira a ver al especialista, debido a que se podrían requerir exámenes, dar vitaminas o esos mismos shampoos con receta.
Este síntoma de Covid persistente sí tiene recuperación, aunque es una lenta. Según explica Fuenzalida “así como se demoró tres meses en caerse el pelo, la recuperación no es antes de dos a tres meses. El pelo que nace a partir del tratamiento, ese pelo ya viene fortificado, pero es absolutamente recuperable esta alopecia post Covid. Hay recuperación”.