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Investigación

Telescopio más grande del mundo promete descubrir desde Chile si hay vida en una "segunda Tierra"

En medio del desierto de Atacama se construye el Extremely Large Telescope (ELT), el primer telescopio capaz de detectar indicios de vida fuera del Sistema Solar.

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  • Diario Usach

  • Miércoles 12 de febrero de 2025 - 11:23

En medio del árido desierto de Atacama, y a más de 3.000 metros de altura, una inmensa cúpula plateada se prepara para albergar en 2028 el Extremely Large Telescope (ELT), el telescopio óptico más grande del mundo y el primero capaz de detectar indicios de vida fuera del Sistema Solar.

"La promesa de este telescopio es poder detectar una segunda Tierra. Y si no la hay, porque no sabemos si existe, por lo menos podremos decir que la buscamos y no la encontramos", asegura a EFE Steffen Mieske, el director de operaciones científicas del Observatorio Paranal.

Este es el principal proyecto que desarrolla actualmente el Observatorio Europeo Austral (ESO), la organización intergubernamental de ciencia y tecnología con más impacto en la astronomía mundial, que opera en La Silla, Chajnantor y Paranal, cerros atacameños elegidos por tener los cielos más oscuros y prístinos del mundo.

"Para la ESO, estar construyendo el ELT significa mucho porque con él queremos hacer grandes avances en el conocimiento astronómico. Además, de momento es el único telescopio gigante que se va a construir por muchos años que tiene financiación asegurada", revela a EFE la representante de la ESO en Chile, Itziar de Gregorio, sobre el ELT, cuya estructura tendrá 110 metros de diámetro y 80 de altura.

RESPUESTA A LAS NUEVAS PREGUNTAS

"Los telescopios que operan hoy en día alcanzaban a dar información científica, pero cuando los astrónomos la adquirieron, les surgieron nuevas preguntas", explica a EFE el director del Programa ELT, Roberto Tamai, quien avanza que el nuevo telescopio podrá responder incógnitas relativas a la formación de las primeras constelaciones o a la actividad del agujero negro que hay en el corazón de la Vía Láctea.

El equipo interdisciplinar de más de 250 trabajadores que ha participado en su construcción ya ha logrado completar prácticamente toda la parte estructural del domo, el 60 % del proceso, que empezó en 2019.

Durante los próximos meses, se dedicarán a la hidráulica y electromecánica, que permitirán al telescopio girar.

Con una primera inversión de 1.500 millones de euros, proveniente del porcentaje del PIB que los 16 países miembros de la ESO aportan a la organización, esta revolucionaria instalación contará con un espejo principal de 39 metros compuesto por 798 segmentos hexagonales inintercambiables que conseguirán captar 20 veces más luz que cualquiera de los espejos del Very Large Telescope, su hermano menor.

"En este momento tenemos 152 segmentos que pasaron el procesamiento completo y están listos para ser transportados e instalados al telescopio", detalla a EFE el encargado de ensamblaje, integración y verificación del ELT, Tobias Müller, quien asegura que la labor implica "un gran esfuerzo de múltiples equipos" que esperan satisfacer las "altísimas expectativas" de la comunidad científica.

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