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El sofocante calor en esta época del año hace que aumente el consumo de agua entre las personas. Pero, ¿cuánta es la cantidad necesaria? ¿Sirve que esté bien helada para bajar la temperatura corporal?

El doctor Javier Bolaño, internista de Indisa, afirmó a Diario Usach que “la cantidad de agua que se debe consumir varía según factores como la edad, el peso, el nivel de actividad física y la exposición al calor. En general, los adultos deberían consumir entre 2 y 3 litros de líquidos al día, y esta cantidad puede aumentar en climas calurosos como los de verano en Chile (hasta 35°C) o si se realiza actividad física”.

Sobre si la temperatura del agua influye en la hidratación, el experto indicó que “no directamente. El cuerpo utiliza el agua a cualquier temperatura para hidratarse. Sin embargo, el agua fría puede ser más agradable y facilitar el consumo en climas cálidos, mientras que el agua tibia podría ser preferida en situaciones de confort o salud digestiva”.

El internista agregó que “beber agua ayuda a mantener la temperatura corporal regulada y evita la deshidratación, lo que puede hacer que toleremos mejor el calor. Sin embargo, el consumo excesivo de agua no tiene un efecto directo sobre la sensación térmica ambiental. En climas calurosos, mantener una hidratación adecuada es fundamental, pero la percepción del calor también depende de otros factores como la humedad, la vestimenta y la exposición directa al sol”.

En tanto, la nutricionista Daniela González, académica de la Escuela de Ciencias de la Actividad Física de la Universidad de Santiago de Chile, planteó que “en promedio, se recomienda una ingesta de 2 a 3 litros diarios para adultos, pero en verano, debido al aumento de la sudoración, esta cantidad puede aumentar. Poner atención al cuerpo e identificar la señal de la sed es clave”.

Ante el calor de los últimos días, con más de treinta grados, son muchos los que toman jugos, en desmedro del agua. Pero, ¿suma este líquido, o el té o café, al promedio de dos litros que uno debería consumir?

La nutricionista indicó que sí suma, pero estableció que “estas bebidas aportan al consumo diario de líquidos porque están compuestas principalmente de agua. De todas maneras, es importante mencionar que algunas contienen cafeína o azúcares, lo que podría tener efectos secundarios si se consumen en exceso. Por eso el agua pura es la mejor opción”.

DEPORTE Y AGUA

Los amantes de los deportes no se detienen en todo el año, pero con el verano, y las altas temperaturas, podrían ver afectado su rendimiento si no toman las precauciones necesarias. 

La nutricionista Daniela González planteó que "al realizar actividad física, especialmente en condiciones calurosas, se pierde agua a través del sudor, por lo que es importante aumentar la ingesta de líquidos antes, durante y después del ejercicio para prevenir la deshidratación".

En tanto, el doctor Javier Bolaño entregó algunas recomendaciones a la hora de realizar actividad física. "Durante la actividad física, especialmente en condiciones calurosas, se pierde agua a través del sudor, lo que aumenta el riesgo de deshidratación. Se recomienda beber agua antes, durante y después del ejercicio para reponer las pérdidas. La cantidad depende de la intensidad y duración del deporte, pero una orientación común es consumir 500 ml por cada hora de actividad moderada a intensa", acotó.

Los profesionales también abordaron el mito sobre si beber agua te hace bajar de peso. La académica de la Escuela de Ciencias de la Actividad Física de la Usach señaló que "beber agua puede contribuir al control del peso, ya que podría ayudar a reducir el apetito si se toma antes de las comidas, y mantenerse hidratado es esencial para un metabolismo eficiente. Sin embargo, no es un método directo para bajar de peso por sí solo; debe complementarse con una dieta equilibrada y actividad física". 

Por otra parte, el internista de Indisa indicó que "beber agua puede ayudar en la pérdida de peso indirectamente, ya que puede reducir el apetito si se toma antes de las comidas, sustituir bebidas azucaradas, disminuyendo la ingesta calórica, y mejorar el metabolismo temporalmente, facilitando la quema de calorías. No obstante, el agua por sí sola no es un agente mágico para perder peso; debe combinarse con dieta y ejercicio".