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Marcelo Mella le bajó el perfil al resquemor que ha suscitado la invitación a los presidenciables al programa Bad Boys, en el que participa el ex candidato, Franco Parisi, aludiendo que “se trata de alrededor de un millón de votos que en el contexto de la participación que tenemos en Chile es una cantidad importante” y que “los candidatos deben estar dispuestos a enfrentar preguntas”. Asimismo, sostuvo que ambos deben estar “preparados para enfrentar presiones y malos ratos”.

El politólogo fue más allá y criticó las campañas políticas en general, por estar llenas de “gestos de poca construcción” y que esta “es de las campañas más sucias que ha vivido el país. No es un juicio moral, es de eficacia política”. 

El académico de la Usach también se refirió a la polarización y el rol de los medios en esta “campaña de mutuo desprestigio”, que “tal como ocurrió con la elección de Boris Johnson, de Bolsonaro,  de EEUU, en el crecimiento de Agrupación Nacional en Francia, la prensa es, a veces, un aliado, yo diría con cierto nivel de ingenuidad, a estos climas de exacerbación de la polarización emocional que lleva a aprovecharse a aquellos actores que tienen menores convicciones democráticas”. Mella manifestó que en estos escenarios la ultraderecha siempre gana: “En Chile puede ganar constituyendo gobierno pero también refundando una oposición de derecha más radicalizada”.

El analista político señaló que ambos candidatos tienen puntos ciegos. En el caso de JAK es que “no alcanza a resolver adecuadamente es la agenda liberal. Para una gran parte del país él representa una amenaza al pluralismo”. Por su parte, con Gabriel Boric tiene que ver con el “anclaje político” pues en “las comunas más pobres a Boric le va peor” y para superar aquello, “debe modificar estrategias. Rompe con toda la tradición histórica de la izquierda chilena donde los sectores populares eran la base de un proyecto de izquierda. El riesgo de Boric es mantener este discurso de nicho”, sostuvo Marcelo Mella.

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