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Por Francisca Delgado Ruz

En diálogo con Estación Central, el urbanista Genaro Cuadros profundizó sobre el proyecto paralizado que busca modificar con cambios significativos “lo que hoy conocemos como Plaza Dignidad, pero que el gobierno no priorizó”. Y apuntó que la propuesta de repensar el eje Alameda-Providencia “representa una gran oportunidad para reorganizar, repensar y resignificar ese lugar en disputa de significados simbólicos y físicos”.

Cuadros planteó la necesidad de reactivar el proyecto por su impacto en la calidad de vida de los vecinos, peatones y usuarios del transporte público: “Se prevé una plaza dura igualando el nivel del piso con la calle, se bajará la velocidad de los vehículos, más calzadas para las bicicletas, se ensanchará los espacios públicos para las grandes congregaciones junto con priorizar la superficie para el transporte público pasando a segundo plano los autos”.

Respecto a la estatua del General Baquedano, el arquitecto sostuvo: “Llegó el momento de sacarlo y reubicarlo porque sería lamentable perderlo por su valor patrimonial. Cada generación va significando la ciudad y los espacios donde le va otorgando un valor pertinente”. Y ante la posibilidad de cambiar el nombre a Plaza Italia, señaló que tiene un apoyo mayoritario “sobre todo en los sectores más jóvenes, quienes van a vivir la ciudad del futuro y van a seguir llamándole ‘Plaza de la Dignidad’”.

El académico de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano propuso la necesidad de abrir el debate sobre Plaza Italia que “ha marcado históricamente un umbral del desarrollo y un límite simbólico del funcionamiento de la ciudad". Y considera que los futuros gobernadores serán claves en las decisiones futuras sobre el funcionamiento de las ciudades.

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