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Si bien, aún se puede sentir el calor en las horas cercanas al mediodía, la llegada del mes de abril, y más específicamente del otoño, hacen que tanto la primera mañana, como las tardes noches, ya se sientan mucho más heladas en comparación a los días del verano.

Y por lo mismo, en muchas casas chilenas ya se está haciendo el cambio de ropa, para empezar a usar prendas más abrigadoras y menos livianas. Pero ojo, todavía no estamos en invierno, y por eso varias de esas vestimentas nos hacen pasar un calor que resulta desagradable. 

¿Cómo se puede afrontar esto? Para tener una respuesta, fuimos a conversar con Lorena Ramírez, encargada del Laboratorio de Investigación y Control de Calidad en Cueros y Textiles (Lictex) de la Universidad de Santiago.

Aquí, sus recomendaciones:

1. “Para estos cambios de temperatura, pensando en las mañanas frías,  lo ideal es vestirse en varias capas sobrepuestas de tres o cuatro y que permitan ser retiradas a medida que vaya aumentando la temperatura y antes de que comencemos a transpirar”.

2. “Es recomendable vestirse por capas livianas, es decir, utilizar poleras, blusas o camisas de materiales como algodón, lino o rayón, con sweater o polerones delgados de algodón o fibras sintéticas y luego cubrirse con chaquetas de gabardina o corta vientos ligeros”.

3. “Para los que se sienten cómodos con las camisetas pueden agregar una capa interior sin mangas, o de pabilo, ya que esas prendan ayudan a resguardar la espalda del frío. Y para terminar, se puede cubrir el cuello con pañuelo o con badanas delgadas”.

4. “De igual manera,  a medida que comienza a refrescar por las tardes, se deben colocar las capas de ropa antes que nuestro cuerpo se entuma. Es importante hacer la diferencia que todo dependerá de la capacidad corporal de cada persona, el ambiente donde circule y la actividad física a la que está sometido, etc.”.